Y se le fue la luz...

Estaba a punto de contarles de mis últimas aventuras turisteando en los pueblos cercanos, de mi viaje del fin de semana y de como la policía me paró por primera vez ayer porque estaban haciendo control de bicicletas y me dejaron ir gracias a una amplia sonrisa y la promesa de ir inmediatamente a comprar los reflectores y el timbre que me faltaban...pero mi computadora se puso en huelga y me está ¡pidiendo una jubilación forzosa!

Después de temblar un buen rato la pantalla, se le fue la luz definitivamente:

como medio se puede ver en la imagen, sirve, pero para intentar ver algo en la pantalla tengo que apuntarle una lámpara...así que disculpen si me equivoco al escribir, porque ni corregir bien puedo, pero bueno, al menos todavía tengo contacto con el exterior desde mi casa...la única ventaja, es que aunque no quiera ahora tendré que ir a la oficina, así que no habrá pretexto para no avanzarle a la tesis...eso, o por flojera de ir tendré que dejar mi adicción a la computadora, al menos en lo que encuentro un sustituto (ya me estoy ocupando de ello), porque a sus ya casi 5 años de edad, ya ni vale la pena tratar de arreglarla...