Puntualidad...

Siempre que me preguntan si hago ejercicio o que si me gusta salir a correr, yo contesto con el (mal) chiste de que yo sólo corro cuando tengo que alcanzar el tranvía (o tren o autobús)...aunque he de aceptar que últimamente he optado más por abusar un poco de la tolerancia de mi jefa a que llegue más tarde o, en casos extremos, tomar un (muy caro) taxi...

Sí, ya sé que si saliera cinco o dos minutos más temprano, no tendría que estar corriendo, pero alguna fuerza superior hace que en el último momento me tenga que regresar a apagar la luz, o por el paraguas...o que la chapa de la puerta a las escaleras se quede en mi mano por jalarla con prisas y me tarde en volver a colocarla en su lugar para poder abrir...

Al final, lo más frustrante es cuando, aún a pesar de mis intentos, veo como el medio de transporte en cuestión se va lentamente estando yo a 3 pasos o que, por más fuerte que apriete el botón, la puerta no se abre porque ya la bloqueó el conductor e inmediatamente comienza a avanzar...

Además, me he dado cuenta que existe un obstáculo extra que se interpone en mi camino hacia la puntualidad alemana...y mi oficina: los dos semáforos consecutivos justo una calle antes de llegar a la parada. Al estar tan cerca uno de otro, por supuesto que no están sincronizados e invariablemente sucede que, si no me cruzo uno de los dos en rojo, ni siquiera vale la pena tratar de alcanzar el tranvía y más me vale traer un libro para aligerar la espera...como hoy...

Intentando volver…

Después de 8 meses hago un nuevo intento…y no es que no haya pasado nada interesante en mi vida o que no haya nada que contar...es complicado, pues no sólo he sido absorbida por la adicción al Facebook, el trabajo y mi ahora muy intensa vida nocturna...yo creo que para que esto funcione tendré que hacer un cambio de concepto...

Para empezar, uno de los motivos principales del blog era dar a conocer mis nuevas experiencias en Alemania, lo cual después de 4 años y cacho ya ha dejado de ser novedad...me he acostumbrado tanto a vivir aquí que ya ni me sorprendo cuando me doy cuenta que estoy sola en un semáforo esperando la luz verde para cruzar aunque sean las 4 de la mañana y no haya ni un coche circulando...y sigo esperando...

Y los viajes, que dieron origen también a muchos posts por aquí...los que tenían motivos turísticos han disminuido casi al 100% y hubo un momento que viajé tanto por trabajo que lo único que quería era pasar más de 2 días seguidos en casa viendo televisión sin ver a nadie...por suerte eso ha cambiado últimamente :)

Nunca me ha gustado hablar de cosas demasiado personales como, por ejemplo, de mis relaciones amorosas, no sólo por no herir susceptibilidades, sino también porque llego un momento que hasta mi abuelito leía esto (sí, con 80 años y se animaba a usar internet), sumado a que cuando uno usa su nombre real (y no es algo tan común como "María Pérez") es fácil que alguien venga a dar aquí vía google y se entere de mis indiscreciones...vamos, en algún punto casi me decidí por abrir un blog alterno con pseudónimo para desahogarme, pero...mmm no sé, quizás eso todavía no esté totalmente descartado...

Aunque el tono de este post parezca un poco depresivo...no lo es...a lo mejor debería comenzar con algo fácil, como describir mis rutinas...o al menos lo que sea un poco excepcional en ellas...ya veremos si funciona...se aceptan sugerencias...

¡¡Carnaval!!

Nota: Post un poco atrasado...como 3 semanas...el trabajo, el trabajo...

Cuando llegué a vivir a este país, entre las muchas recomendaciones de los alemanes eran NUNCA vayas al Oktoberfest o NUNCA vayas al Carnaval...claro, ninguno de ellos proveniente de las respectivas regiones donde dichas fiestas se celebran...

¿¿La razón??

No sé, todavía sigo tratando de entender...pero ellos dicen que es sólo para borrachos (como si ninguno de ellos tomara) o sólo para viejos o turistas o lo equivalente a "naco"...a mí más bien se me hace que al alemán promedio no le gustan demasiado las reuniones con más de 10 personas, pero en fin...durante mucho tiempo les hice caso...de hecho todavía no llego al Oktoberfest (aunque Rox y un par de amigos ya me despertaron la curiosidad por ir este año), pero esta vez, aprovechando que me encuentro en la mera zona carnavalera de Alemania, me decidí a festejar la ocasión como se debe...bueno, más o menos, porque tampoco estoy para demasiados excesos y yo también tenía que ir a trabajar en el inter.

Primero la parte descriptiva gracias en parte a Wikipedia (de nuevo) y mis propias experiencias:

El carnaval alemán se celebra principalmente en las ciudades cercanas al Río Rhin, siendo el más famoso el de Colonia...se inaugura por ahí del 11 de noviembre, pero la época fuerte es la clausura, que se lleva a cabo en los días justo antes del miércoles de ceniza y durante ese tiempo, las ciudades se vuelven locas, básicamente...es totalmente normal encontrar mucha gente disfrazada por la calle a cualquier hora, en cualquier lugar (en un descuido hasta en la oficina) y con eso de que en este país se puede tomar alcohol libremente por las calles, ya se imaginarán como fluye la cerveza...tampoco puede faltar la música típica de carnaval (en general canciones pegajosas sin mucho sentido y a veces hasta en dialecto, pero muy divertidas) y, cómo no, hasta las empresas dan libre el lunes aunque no sea día festivo oficial, además de que todos piden vacaciones para esas fechas.

Como decía, lo mero mero comienza el jueves con el Weiberfastnacht (o en una mala traducción, el carnaval de las mujeres) a las 11:11 am, cuando en la plaza principal de cada ciudad, un comité de mujeres recibe las llaves de la ciudad por parte del alcalde y para demostrar que son las que mandan, se dedican a cortar corbatas a cuanto hombre se les cruce por el camino sin importar calidad o diseño y luego las presumen como trofeo, ganando la mujer que más juntó...eso sí, los incautos reciben un beso como premio de consolación je je...

Después vienen el Nelkensamstag (sábado de los claveles) y el Tulpensonntag (domingo de los tulipanes) en los que hay varios desfiles pequeños y múltiples fiestas en bares, discotecas y cuanto local haya disponible...eso sí, es requisito casi indispensable traer un disfraz, y vaya que todas las tiendas ya llevaban meses vendiendo cosas para la ocasión.

El día más importante es el Rosenmontag (lunes de las rosas) donde a medio día se realiza un gran desfile en todas las ciudades de la zona, con carros alegóricos y lo mejor: ¡¡los que desfilan lanzan dulces y pequeños regalos a la asistencia!! y todo eso en una "sana" convivencia con gente desconocida disfrazada, música carnavalesca en altavoces, mucho alcohol y el grito continuo (al menos en Düsseldorf) "Helau"...ya después uno se va a la zona de bares para continuar la fiesta.

En la noche del martes al miércoles de cenizas, justo a las 12 termina oficialmente el tiempo de carnaval y en algunas ciudades existe también la tradición de construir muñecos de trapo (Nubbel) de tamaño real que simbolizan todos los excesos de estos días y después se queman o se entierran, para después entrar como se debe a la cuaresma...o al menos sin tantos remordimientos je je.

En resumen, la verdad vale la pena darse una vuelta por estos rumbos en esas fechas sin olvidar el disfraz...¡es divertidísimo! y si uno anda bajo de presupuesto, no hay más que comprarse algún disfraz en la tienda de un euro (o en su defecto sacar ropa vieja y vestirse de pirata, como yo) y comprarse un six pack de chelas y sentarse en la banqueta, pues la fiesta está de por sí en la calle...eso sí, hay que tener mucho aguante para echarse el carnaval completo...

Lo malo del asunto, es que el clima es todavía medio regular y con lluvia para esas fechas, así que, temo desilusionarlos, pero no verán disfraces demasiado sexys...

Como punto curioso, hay hasta una página de internet especial para reencontrarte con tu ligue de carnaval, del que seguramente perdiste los datos durante la borrachera...si es que alguna vez los tuviste...

Por cierto...esto también lo pueden leer en "No le cuentes a mi madre"...dense una vuelta ;)

Mis primeras noches en la nueva casa...

Bueno, hace como una semana, pero apenas ahora tengo internet...luego les pongo la versión actualizada...

Otro intermedio...

Ahora fue el turno de mi abuelita Yuyita...

Descanza en paz...también ocupas un lugar muy especial en mi corazón...

Mi primer día de trabajo...

El nervio previo a cualquier primer día de cualquier cosa es ya de por sí bastante grande, pero ahora agréguenle la dificultad de ser mi primer trabajo serio en otro país (achichincle de profesor no cuenta), en otro idioma y con la responsabilidad de mantenerlo en épocas de crisis...ah, además del plus de la mudanza y no conocer a nadie en la ciudad.

Para variar, Murphy hizo su aparición el día de hoy y cayeron 20 cm de nieve en una ciudad donde normalmente caen si acaso 3 copos de nieve al año, lo cual resultó en un caos vial terrible...por suerte resulta que vivo muy cerca del trabajo y pude irme caminando, aunque hice el doble de tiempo por estar haciendo equilibrio continuamente para evitar el resbalón en el hielo con traje y tacones...que hasta eso logré bastante bien, al menos hasta la noche, que me di un tremendo sentón cuando fui de compras (ya sin disfraz)...mamá, no te preocupes, lo único que me dolió fue el orgullo, me levanté rápido, vi que nadie me vió y me fui lo más rápido que pude je je je.

Fuera de eso, todo salió bastante bien...el día básicamente lo pasamos en platicas de introducción y curso sobre uso de software...ah, y por supuesto que no me escapé de recibir 3 libros bien gordos y pesados que espero no tenerme que aprender completos...

El primer día...

en la nueva ciudad fue bastante difícil, pues se me ocurrió traer 3 maletas super pesadas y mi computadora en tren haciendo 2 transbordos (¡todo sea por ahorrar!)...nada más después de subir las escaleras de mi casa ya me estaba arrepintiendo y todavía saqué como 5 libros en el último momento, pero la verdad que ya no podía dejar nada más...

El primer tren me acompañó un amigo...por suerte, que si no, no hubiera podido realizar el transbordo en menos de 5 minutos y hubiera tenido que esperar una hora congelándome...ah, porque además ese día justo hubo como -10ºC y nieve...al menos en mi ahora ex-pueblo bicicletero.

Después de todas las complicaciones para ponerme de acuerdo para que alguien me diera las llaves de mi nueva casa temporal (porque se cruzó la temporada navideña, y todos andaban de vacaciones) y de que logré subir todo mi equipaje 3 pisos yo sola, al fin pude medio instalarme y apenas tuve un día más para adaptarme a la casa..y recuperarme porque todo el cuerpo me dolía después de semejante carga.

Entre tanto relajo y tanto evento repentino, ya no les conté que este mes voy a vivir compartiendo departamento con otros 3 vecinos (ni pregunten como, pero todo lo terminé organizando por internet y teléfono, ¡qué estrés!)...hoy en la noche apenas regresó de vacaciones el primero, Manuel, un español que, hasta el momento, me ha parecido bastante simpático...parece que hay un alemán (no me sé su nombre), que sólo vive y trabaja aquí 3 días a la semana, ya lo conoceré mañana...y Daniel es el último (que es el dueño, creo), es coreano y va a regresar casi cuando yo me vaya je je...ah y bueno, el pilón es Esther, hermana de Daniel, que en realidad vive en el piso de arriba, pero como no tiene cocina, baja aquí a prepararse su comida y lavar la ropa...si se dejan, ya les pondré una que otra foto je je...

Por cierto, acabo de volver a confirmar que normalmente yo no tengo tanto problema para dormir en una cama nueva...mi mayor problema al mudarme es ¡acostumbrarme a la nueva regadera!

No se pierdan mañana: mi primer día de trabajo...