miércoles, diciembre 09, 2009

Puntualidad...

Siempre que me preguntan si hago ejercicio o que si me gusta salir a correr, yo contesto con el (mal) chiste de que yo sólo corro cuando tengo que alcanzar el tranvía (o tren o autobús)...aunque he de aceptar que últimamente he optado más por abusar un poco de la tolerancia de mi jefa a que llegue más tarde o, en casos extremos, tomar un (muy caro) taxi...

Sí, ya sé que si saliera cinco o dos minutos más temprano, no tendría que estar corriendo, pero alguna fuerza superior hace que en el último momento me tenga que regresar a apagar la luz, o por el paraguas...o que la chapa de la puerta a las escaleras se quede en mi mano por jalarla con prisas y me tarde en volver a colocarla en su lugar para poder abrir...

Al final, lo más frustrante es cuando, aún a pesar de mis intentos, veo como el medio de transporte en cuestión se va lentamente estando yo a 3 pasos o que, por más fuerte que apriete el botón, la puerta no se abre porque ya la bloqueó el conductor e inmediatamente comienza a avanzar...

Además, me he dado cuenta que existe un obstáculo extra que se interpone en mi camino hacia la puntualidad alemana...y mi oficina: los dos semáforos consecutivos justo una calle antes de llegar a la parada. Al estar tan cerca uno de otro, por supuesto que no están sincronizados e invariablemente sucede que, si no me cruzo uno de los dos en rojo, ni siquiera vale la pena tratar de alcanzar el tranvía y más me vale traer un libro para aligerar la espera...como hoy...

martes, diciembre 01, 2009

Intentando volver…

Después de 8 meses hago un nuevo intento…y no es que no haya pasado nada interesante en mi vida o que no haya nada que contar...es complicado, pues no sólo he sido absorbida por la adicción al Facebook, el trabajo y mi ahora muy intensa vida nocturna...yo creo que para que esto funcione tendré que hacer un cambio de concepto...

Para empezar, uno de los motivos principales del blog era dar a conocer mis nuevas experiencias en Alemania, lo cual después de 4 años y cacho ya ha dejado de ser novedad...me he acostumbrado tanto a vivir aquí que ya ni me sorprendo cuando me doy cuenta que estoy sola en un semáforo esperando la luz verde para cruzar aunque sean las 4 de la mañana y no haya ni un coche circulando...y sigo esperando...

Y los viajes, que dieron origen también a muchos posts por aquí...los que tenían motivos turísticos han disminuido casi al 100% y hubo un momento que viajé tanto por trabajo que lo único que quería era pasar más de 2 días seguidos en casa viendo televisión sin ver a nadie...por suerte eso ha cambiado últimamente :)

Nunca me ha gustado hablar de cosas demasiado personales como, por ejemplo, de mis relaciones amorosas, no sólo por no herir susceptibilidades, sino también porque llego un momento que hasta mi abuelito leía esto (sí, con 80 años y se animaba a usar internet), sumado a que cuando uno usa su nombre real (y no es algo tan común como "María Pérez") es fácil que alguien venga a dar aquí vía google y se entere de mis indiscreciones...vamos, en algún punto casi me decidí por abrir un blog alterno con pseudónimo para desahogarme, pero...mmm no sé, quizás eso todavía no esté totalmente descartado...

Aunque el tono de este post parezca un poco depresivo...no lo es...a lo mejor debería comenzar con algo fácil, como describir mis rutinas...o al menos lo que sea un poco excepcional en ellas...ya veremos si funciona...se aceptan sugerencias...